miércoles, 22 de junio de 2011

Centro Històrico



Un dia caluroso en la ciudad de Mexico

Lo que esconde el
centro histórico de   CIUDAD DE MÉXICO…

Por Paula Amato y Nayeli Lurac
Un sábado, con los estómagos vacíos y con hambre de cultura, mi compañera y yo fuimos al descubrimiento a tres lugares espectaculares
Palacio de Bellas Artes
Excepcionalmente, a pesar de ser sábado, las calles para llegar al centro estaban despejadas. Después de unos quince minutos de trayecto, llegamos al Palacio de Bellas Artes que tiene como antecedente el antiguo Teatro Nacional. Fue demolido y reemplazado por el Palacio de Bellas Artes que hoy conocemos. ¡Pero es gracias a eso que ahora es una maravilla! Su arquitecto era un italiano llamado Adamo Boari, según investigamos. Fue construido en 1904. Su construcción fue detenida y no es hasta 1930, bajo la presidencia de Pascual Ortiz  Rubio que se siguió con la construcción. El Palacio de Bellas Artes fue concluido completamente en 1934.
La placita de en frente del Palacio estaba llena de gente y había una exposición de esculturas de una artista surrealista llamada Leonora Carrington. Nos topamos con muchos turistas y gente de nuestra edad (entre los 14 y los 15 años) que había venido solo a pasear. Fue declarado patrimonio de la UNESCO en 1987 gracias a su fachada y estructura, que por cierto, ¡nos parecieron increíbles! Al fin, después de admirar la estructura por fuera por un buen rato, con el fin de no derretirnos con el calor que hacía,  nos decidimos a subir las cuatro escaleras para entrar…
Mi compañera y yo reímos un poco al ver las caras de asombro de algunos turistas que habían entrado apenas y las de otros de total aburrimiento. Entrevistamos a un chavo llamado Juan que estaba por la taquilla. Le preguntamos lo que había pensado del Palacio y que le había gustado más y éste respondió que estaba muy aburrido y que lo que más le había gustado era la taquilla.  Le agradecimos y fuimos a buscar más opiniones de gente. Al parecer no era el aburrimiento la opinión dominante de la gente. Por lo general la gente queda totalmente asombrada al ver el elegante interior de este increíble Palacio hecho de mármol de Carrara.
El Palacio también alberga murales de pintores mexicanos como David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, José Clemente Orozco, Jorge González Camarena y Diego Rivera junto a los cuales mi compañera y yo nos sentimos como hormigas. Alberga también  una sala de espectáculos donde cabían 1977 personas. Debido a una reciente remodelación perdió 300 butacas. Pero el número sigue siendo ¡impresionante! En eso, mi amiga que es muy hambrienta detectó un olor muy bueno y me pregunto que si lo seguíamos. Llegamos hasta un restaurante, cerca de las escaleras principales. Nos dio mucha hambre, pero había que dejar lugar para nuestro desayuno en uno de los lugares más típicos de la ciudad de Mexico:
                                          
La CASA DE LOS AZULEJOS.
El fin de semana pasado, saliendo del Palacio de Bellas Artes, cansadas por el calor, decidimos dirigirnos hacia las Casa de los Azulejos (que pertenece al Grupo Sanborns). Con solo  atravesar la calle, topamos con la casa de los azulejos que está situada en el centro histórico de la ciudad de México en la calle de Francisco I. Madero y en la calle de Cinco de Mayo, construida en la época colonial.

La llaman la casa de los azulejos, nos contó la amable mesera del restaurante,  por su fachada cubierta de talavera poblana; dice la leyenda que podrían provenir de China: este edifico es considerado como una de las obra más bellas del arte barroco novohispano.
En lo que llegaba nuestra rica y típica comida mexicana (chilaquiles), con todo y  nuestros estómagos vacios fuimos a investigar sobre la construcción .En una de las salas un simpático payaso llamado “Carrusel”, nos pidió, al  vernos con cuadernos, ser entrevistado. Nos contó que gente famosa, o gente de diversas clases sociales, religiones, creencias y nacionalidades va a este restaurante a tomarse un cafecito. Señalándonos el candelabro que se encontraba sobre nuestros cabezas, nos informó que este databa desde hace 300 años  ya que el edificio es del siglo XVI, construído por dos casonas. Le agradecimos por su amabilidad y fuimos a desayunar.
Un suceso que marco la historia de esta casa fue el asesinato del ex-conde Andrés Diego Suarez de Peredo. Unas estudiantes que visitaban la casa procedieron a nuestra entrevista y nos contaron que, según la leyenda, un fantasma acecha los pasillos en las noches… Esta casa a tenido numerosos dueños como el abogado Martínez de la Torre; este último la habitó en 1781, pero solo durante6 años, a causa de su muerte.
Después, los integrantes de la familia Yturbe Idaroff quienes fueron los últimos habitantes. En 1878, año en la que la ponen en renta y se volvió el Jockey Club de México.
El Jockey Club, según lo que investigamos, era el centro de reunión más exclusivo de la época del Porfiriato. En 1917 el palacio se les rentó a los hermanos Walter y Frank Sanborn en donde se estableció una de las cafeterías más visitadas en todo México.
 El 9 de febrero de 1931 este lugar  fue declarado monumento nacional de México.
La Alameda Central.

Después de haber desayunando y visitado la Casa de los Azulejos, nos fuimos directo  a la Alameda Central que está situada a unas cuadras del Zócalo de la ciudad de México. Cuando caminábamos por las veredas de la plaza, nos dimos cuenta que se parecía a Coyoacán pero más abandonado y sin tanta gente Esta hermosa alameda fue fundada muy humildemente para los habitantes de Nueva España pero el Virrey Don Luis de Velasco se dio cuenta que debía ser un lugar bastante grande para “salidas y recreación para los vecinos”. Esta plaza también serviría de punto de encuentro para la sociedad de ese entonces; ahora esta plaza es visitada por chavos de nuestra edad  y parejas.

No pudimos encontrar a alguien que nos diera información sobre la alameda, así que lo hicimos por nuestra cuenta: en el siglo XVII se hacen varios cambios en la Ciudad de Mexico entonces la alameda se convierte en el paseo más importante donde gente importante, como las clases burguesas porfirianas, la concurren.

Esta alameda tiene fama por la calidad de sus jardines que, según mi compañera y yo, no eran tan hermosos como los describían en el pasado. En esta  alameda se encontraban algunas esculturas de personajes mitológicos que con el tiempo fueron quitando; pero ahora, pudimos presenciar la colosal escultura central de Glauco. Algunos de estos lindos paisajes fueron representados en algunos museos como en el de Franz Mayer.

Cuando ocurrió la guerra de Independencia hubo graves daños y se abandonó la Alameda que era un lugar importante en ese entonces para México, pero aun así se repuso y siguió siendo un lugar de reunión.

 Al fin encontramos a alguien para entrevistar, dos jóvenes y nos declararon que esta plaza era perfecta para verse con sus amigos, pasearse  y respirar aire fresco.

El paisaje de esta Alameda que vio pasar una parte de la historia de México se fue escondiendo entre carros, edificios, hoteles y numerosos vendedores: y es así como la vimos y la vemos hoy en día, transitada por millones de personas a diario, contándonos a nosotros de vez en cuando.








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